miércoles, 4 de mayo de 2022

Artrosis

 ¡ARTROSIS!

La artrosis, también conocida como osteoartrosis u osteoartritis (OA), es una enfermedad articular degenerativa que afecta tanto al cartílago como al hueso y tejidos blandos de la articulación. Forma parte de las enfermedades reumáticas y, dentro de esta clasificación, es un tipo de artritis.

Puede darse en cadera, rodillas, manos, pies y columna vertebral, siendo las tres primeras las más frecuentes. Produce dolor y afecta directamente la movilidad y autonomía de la persona que la sufre con el desgaste psicológico que ello supone. La tarea más habitual puede convertirse en un gran obstáculo que afrontar debido a las limitaciones asociadas a la patología. Además, se vincula a otros problemas de co-morbilidad como la hipertensión o las enfermedades cardiovasculares entre otros.
















 

¡Síntomas!

Los síntomas de la artrosis con frecuencia se desarrollan con lentitud y empeoran con el tiempo. Los signos y síntomas de la artrosis incluyen los siguientes:

  • Dolor. Las articulaciones afectadas pueden doler durante o después del movimiento.
  • Rigidez. La rigidez en las articulaciones puede ser más notoria al despertar o después de estar inactivo.
  • Sensibilidad. Es posible que su articulación esté sensible cuando aplicas un poco de presión sobre ella o cerca de ella.
  • Pérdida de flexibilidad. Es posible que no puedas mover la articulación en todo su rango de movimiento.
  • Sensación chirriante. Es posible que sientas una sensación chirriante al usar la articulación y que oiga chasquidos.
  • Osteofitos. Estos pedazos adicionales de hueso se sienten como bultos duros y pueden formarse alrededor de la articulación afectada.
  • Hinchazón. Esto puede producirse por la inflamación de los tejidos blandos alrededor de la articulación.


¡causas!


 

La osteoartritis se produce cuando el cartílago que amortigua los extremos de los huesos en las articulaciones se deteriora progresivamente. El cartílago es un tejido firme y resbaladizo que permite un movimiento articular prácticamente sin fricción.

Eventualmente, si el cartílago se desgasta por completo, el hueso se rozará con el hueso.

A menudo se habla de la osteoartritis como una enfermedad de "desgaste natural". Y además de la descomposición del cartílago, la osteoartritis afecta toda la articulación. Provoca cambios en el hueso y el deterioro de los tejidos conectivos que mantienen unida la articulación y que unen el músculo al hueso. También provoca la inflamación del revestimiento de la articulación.

 

¡Factores de riesgo!

Los factores que pueden aumentar su riesgo de artrosis incluyen los siguientes:

  • Edad avanzada. El riesgo de tener artrosis aumenta con la edad.
  • Sexo. Las mujeres son más propensas a padecer artrosis, aunque no está claro por qué.
  • Obesidad. Tener sobrepeso contribuye a la artrosis de varias maneras, y mientras más peso tengas, mayor será tu riesgo. Un peso mayor agrega estrés a las articulaciones que soportan peso, como las caderas y las rodillas. Además, el tejido graso produce proteínas que pueden causar inflamación en las articulaciones y alrededor de estas.
  • Lesiones articulares. Las lesiones, como las que ocurren al practicar deportes o por un accidente, pueden aumentar el riesgo de artrosis. Incluso las lesiones que ocurrieron hace muchos años y que aparentemente ya sanaron pueden aumentar el riesgo de artrosis.
  • Tensión repetida en la articulación. Si tu trabajo o un deporte que practicas someten a una articulación a un esfuerzo repetitivo, esa articulación podría presentar artrosis con el tiempo.
  • La genética. Algunas personas heredan la tendencia a desarrollar artrosis.
  • Deformidades óseas. Algunas personas nacen con articulaciones malformadas o cartílagos defectuosos.
  • Ciertas enfermedades metabólicas. Estas incluyen diabetes y una afección en la cual su cuerpo tiene demasiado hierro (hemocromatosis).
  • Paracetamol. Se ha demostrado que el paracetamol (Tylenol, otros) ayuda a algunas personas con artrosis que tienen dolor leve a moderado. Si tomas una cantidad de paracetamol superior a la recomendada, el hígado puede verse afectado.
  • Medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE). Los AINE de venta libre, como el ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros) y el naproxeno sódico (Aleve), tomados en las dosis recomendadas, suelen aliviar el dolor de la osteoartritis. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides más potentes se venden bajo receta médica.

    Los AINE pueden causar malestar estomacal, problemas cardiovasculares, problemas de hemorragia, y daño hepático y renal. Los AINE en forma de geles, aplicados en la piel sobre la articulación afectada, tienen menos efectos secundarios y pueden aliviar el dolor de la misma manera.

  • Duloxetina (Cymbalta). Normalmente usado como antidepresivo, este medicamento también está aprobado para tratar el dolor crónico, como el dolor de la osteoartritis.

Terapia

  • Fisioterapia. Un fisioterapeuta puede mostrarte ejercicios para fortalecer los músculos alrededor de la articulación, aumentar la flexibilidad y reducir el dolor. La actividad física de baja intensidad periódica que haces por tu cuenta, como nadar o caminar, puede ser igual de efectiva.
  • Terapia ocupacional. Un terapeuta ocupacional puede ayudarte a descubrir maneras de hacer las tareas cotidianas para que no requieran un sobre esfuerzo por parte de tu articulación dolorosa. Por ejemplo, un cepillo de dientes con un agarre grande podría facilitar el cepillado de los dientes si tienes artrosis en las manos. Un banco en la ducha podría ayudar a aliviar el dolor de estar de pie si tienes osteoartritis de la rodilla.
  • Estimulación nerviosa eléctrica transcutánea. Se utiliza una corriente eléctrica de bajo voltaje para aliviar el dolor. Proporciona alivio a corto plazo para algunas personas con osteoartritis de rodilla y cadera.

Cirugía y otros procedimientos

Si los tratamientos conservadores no ayudan, podrías considerar procedimientos como los siguientes:

  • Inyecciones de cortisona. Las inyecciones de corticosteroides en la articulación pueden aliviar el dolor durante unas semanas. El médico adormece la zona alrededor de la articulación, luego coloca una aguja en el espacio dentro de la articulación e inyecta el medicamento. El número de inyecciones de cortisona que se puede recibir al año suele limitarse a tres o cuatro, porque con el tiempo el medicamento puede empeorar el daño articular.
  • Inyecciones de lubricación. Las inyecciones de ácido hialurónico podrían aliviar el dolor al proporcionar cierta amortiguación en la rodilla, aunque algunas investigaciones sugieren que estas inyecciones no ofrecen más alivio que un placebo. El ácido hialurónico es similar a un componente que normalmente se encuentra en el líquido articular.
  • Realineación de los huesos. Si la osteoartritis ha dañado un lado de la rodilla más que el otro, una osteotomía podría ayudar. En una osteotomía de rodilla, el cirujano corta el hueso por encima o por debajo de la rodilla, y luego quita o añade una cuña de hueso. Esto desplaza el peso del cuerpo lejos de la parte desgastada de la rodilla.
  • Reemplazo articular. En la cirugía de reemplazo articular, el cirujano retira las superficies articulares dañadas y las sustituye por piezas de plástico y metal. Los riesgos quirúrgicos incluyen infecciones y coágulos de sangre. Las articulaciones artificiales pueden desgastarse o aflojarse y, con el tiempo, podrían tener que reemplazarse.

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